Si aislamos a un ciclista del resto del pelotón y analizamos el esfuerzo que realiza, nosotros lo podemos relacionar con lo que se llaman índices internos (frecuencia cardíaca, consumo de oxígeno, respiración, lactato,...) o con índices externos (velocidad, trabajo, potencia,...).
En realidad la medición objetiva del esfuerzo realizado, del rendimiento físico o del resultado de una competición está más relacionado con los índices externos que con los internos. Difícilmente vamos a establecer una clasificación de una marathon o de una contrarreloj ciclista, si no nos basamos en el tiempo (índice externo).
Y a la hora de valorar un esfuerzo en una subida de montaña, no en relación a sí mismo sino en relación al resto de ciclistas, va a tener más objetividad la velocidad (índice externo) que por ejemplo la frecuencia cardíaca (índice interno). Que un ciclista haga una subida a 160 pul/min y otro lo haga a 176 pul/min no nos va a permitir establecer cómo ha sido el tiempo o velocidad de cada uno, ni el orden en el que han podido hacer la subida,...
Por tanto a la hora de valorar el esfuerzo de un ciclista en el llano en relación al esfuerzo que realiza en subida, vamos a utilizar índices externos. Y nada mejor que utilizar parámetros como la potencia, el trabajo o la fuerza muscular.
Estamos habituados a conocer la potencia desarrollada, debido a que en las pruebas de esfuerzo es uno de los parámetros de referencia, o a que hay en este momento accesorios que nos permiten conocer con fiabilidad la potencia que está desarrollando el ciclista en cada momento, como el SRM.
La Potencia es la magnitud física que mide la cantidad de trabajo que se realiza en el tiempo, habitualmente en 1 minuto. La unidad de medida más conocida en el mundo del deporte es el Watio, pero también se mide en kilográmetros por segundo. El Watio es más conocido porque es una medida habitual en las pruebas de esfuerzo que se realizan sobre cicloergómetro, por los datos aportados por el sistema SRM ya comentado, y porque a la hora de valorar la potencia que desarrolla un ciclista se utiliza también esta medida.
Nosotros podemos conocer la potencia que está desarrollando un ciclista si es que conocemos una serie de datos, como son la talla y peso del ciclista, la posición que adopta, la velocidad del viento si es que existe, la pendiente del terreno por donde circula, la altitud del lugar por el que circula, y lo más importante, la velocidad de traslación del ciclista. Existen diferentes fórmulas para el cálculo de la potencia, pero una de las más extendidas y reconocidas es la obtenida por Di Prampero que ha trabajado en este campo en diferentes deportes y específicamente en el ciclismo.
Dejaremos el desarrollo del conocimiento de la potencia desarrollada por un ciclista para otro momento, y con ello se está retrasando también la explicación o la justificación personal de la disminución de fuerza muscular como explicación a la disminución de rendimiento que se produce ocasionalmente al pasar del llano a la montaña en el ciclismo.
En realidad la medición objetiva del esfuerzo realizado, del rendimiento físico o del resultado de una competición está más relacionado con los índices externos que con los internos. Difícilmente vamos a establecer una clasificación de una marathon o de una contrarreloj ciclista, si no nos basamos en el tiempo (índice externo).
Y a la hora de valorar un esfuerzo en una subida de montaña, no en relación a sí mismo sino en relación al resto de ciclistas, va a tener más objetividad la velocidad (índice externo) que por ejemplo la frecuencia cardíaca (índice interno). Que un ciclista haga una subida a 160 pul/min y otro lo haga a 176 pul/min no nos va a permitir establecer cómo ha sido el tiempo o velocidad de cada uno, ni el orden en el que han podido hacer la subida,...
Por tanto a la hora de valorar el esfuerzo de un ciclista en el llano en relación al esfuerzo que realiza en subida, vamos a utilizar índices externos. Y nada mejor que utilizar parámetros como la potencia, el trabajo o la fuerza muscular.
Estamos habituados a conocer la potencia desarrollada, debido a que en las pruebas de esfuerzo es uno de los parámetros de referencia, o a que hay en este momento accesorios que nos permiten conocer con fiabilidad la potencia que está desarrollando el ciclista en cada momento, como el SRM.
La Potencia es la magnitud física que mide la cantidad de trabajo que se realiza en el tiempo, habitualmente en 1 minuto. La unidad de medida más conocida en el mundo del deporte es el Watio, pero también se mide en kilográmetros por segundo. El Watio es más conocido porque es una medida habitual en las pruebas de esfuerzo que se realizan sobre cicloergómetro, por los datos aportados por el sistema SRM ya comentado, y porque a la hora de valorar la potencia que desarrolla un ciclista se utiliza también esta medida.
Nosotros podemos conocer la potencia que está desarrollando un ciclista si es que conocemos una serie de datos, como son la talla y peso del ciclista, la posición que adopta, la velocidad del viento si es que existe, la pendiente del terreno por donde circula, la altitud del lugar por el que circula, y lo más importante, la velocidad de traslación del ciclista. Existen diferentes fórmulas para el cálculo de la potencia, pero una de las más extendidas y reconocidas es la obtenida por Di Prampero que ha trabajado en este campo en diferentes deportes y específicamente en el ciclismo.
Dejaremos el desarrollo del conocimiento de la potencia desarrollada por un ciclista para otro momento, y con ello se está retrasando también la explicación o la justificación personal de la disminución de fuerza muscular como explicación a la disminución de rendimiento que se produce ocasionalmente al pasar del llano a la montaña en el ciclismo.
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